Como
madre anhelo tener siempre una comunicación cercana con mis dos hijos ya
adultos, recuerdo cuando eran chicos quería que crecieran y tuviéramos conversaciones
adultas y ahora las tenemos, y es maravilloso para mi disfrutarlo, oír sus
sueños, deseos y anhelos sus proyectos, sus luchas y cargas también me hacen derramar
mi corazón delate de Dios.
Esta
semana oraremos por nuestros hijos y su relación con nosotros sus Padres, no
importa si están pequeños o si son adolescentes o ya están adultos, que podamos ser sabias al
hablarles, que ellos nos vean como su más fiel y amorosa consejera, que Dios
nos ayude en cada etapa de sus vidas.
Que cuando nos pidan oración, estemos siempre a apoyándoles y sosteniéndoles.
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