Que se
haga Tú voluntad, una frase que solemos decir, y oír con alta frecuencia, o
quiero hacer la voluntad de Dios, pero realmente es ese el deseo de nuestro
¿corazón?, cuantos sueños, deseos, y anhelos hay en nuestra vida, tal vez
egoístas, tal vez vanidosos o simplemente efímeros muy lejanos a la voluntad de
Dios.
Alguien
dijo que " la voluntad de Dios es lo que nosotras elegiríamos si
supiéramos lo que Dios sabe"
Dios
siempre quiere lo mejor para nosotros, su voluntad es agradable y perfecta, Él
tiene planes hermosos, plenos para nosotras, pero muchas veces nuestro deseo va
encontra de lo que Él quiere para mí, me gustaría que pudiéramos decir como el
Salmista.
Enséñame
hacer tú voluntad,...
Salmo
143:10
Nos
cuesta tomar decisiones en la voluntad de Dios, no queremos esperar que
Él nos confirme si es su voluntad, o simplemente deseamos arreglar las
cosas a nuestra conveniencia y deseo, olvidando muchas veces que:
-Él es
suficiente.
-Sus
promesas son verdaderas.
-Él
mantiene Sus promesas.
-Él
conoce nuestras necesidades.
-Él se
preocupa.
-Él es
fiel.
-Él
quiere lo mejor para mí.
Nada
ni nadie más que Jesús puede satisfacer las necesidades y anhelos más profundos
de nuestros corazones y esto va para todas nosotras en cualquier etapa de la
vida, hacer su voluntad traerá paz, a nuestra alma, nos dará seguridad de no
errar el camino, hoy oremos diciendo como el Salmista.
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