Nadie quiere fracasar, da miedo y pánico nada más pensar en eso, pero
en ocasiones pasamos momentos de fracaso, y el fracaso es una falta de éxito en
algo, pero NO significa una derrota.
Tal vez hoy estás viviendo una circunstancia difícil y especial, tal
vez tienes serios problemas en tu matrimonio, con tus hijos, en tu entorno
laboral, o tu hogar no es lo que debería ser, o simplemente no estas teniendo
resultados en tu negocio o estudios, no lo sé, pero Dio si lo sabe todo.
El fracaso trae miedo, y ese miedo evidentemente no
viene de Dios, recuerda lo que dice
2 Timoteo 1:7
Porque no nos ha dado
Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Y mira
Proverbios
24:16
Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse...
Maravillosos versículos, porque nos hace entender que fracasar no
significa que no alcancé la meta, la meta está allí y volveré a intentarlo, no
sola, voy con Jesús tomada de su mano, cada fracaso es una nueva oportunidad
para intentarlo, es un nuevo reto.
Qué No te de vergüenza intentar y fracasar porque quien nunca fracasó es
porque nunca lo ha intentado, cuando vamos tomadas de la mano de Jesús podemos
lograr grandes cosas.
Muchas veces no tenemos el éxito porque simplemente nos olvidamos de
incluir al Señor en nuestros planes, y es allí cuando dejamos a un lado su
consejo y su guía y todo se enreda y complica, si tienes problemas en tu
matrimonio, incluye a Jesús en él, búscale y fíjate detenidamente en su consejo
bíblico para ti como esposa, si tienes problemas con tus hijos, incluye a Jesús
en tu trato hacia ellos, muéstrales con amor la verdad de su Palabra, si tienes
problemas en tu trabajo o estudios ponlos en las manos de Dios y se tu una luz
en medio de esa oscuridad, no hay lugar donde Jesús no pueda estar, no hay
problema que él no pueda solucionar, no hay fracaso en Él.
A partir de ahora, quiero invitarte a aprender realmente lo que
significa caminar por el Espíritu, tenerle presente en todo momento.
Sé que donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Y sé
por experiencia que donde se encuentra la libertad, hay esperanza y hay
alegría.
Yo soy libre de vivir una vida sin miedo, porque sé la verdad y la
esperanza y la alegría que se encuentra al otro lado del fracaso, gracias a
Jesús.
2 Corintios 3:17
Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
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