El orgullo es pecado, pero
aquellos que dicen tener un “orgullo cristiano” solo justifican su vanidad
orgullosa y vil es una "Cristina" que se siente más espiritual que los demás, y Pablo nos ha
advertido de ese “orgullo cristiano” que se ve santo, pero en realidad es una
adoración a sí mismo y no a Dios.
Romanos 12: 3-4, 9-10
Muchas veces te
encuentras con esas "cristinas" vanidosas que te saludan con versículos y su
conversación es muchas veces señalándote o jactándose de lo mucho que saben de la
Biblia, pero omiten la humildad de manera tajante, eso en vez de embellecer sus
vidas les hace ver lo feo del pecado de la vanidad y la competitividad de
mostrar que sabe más que tu o que simplemente es un espíritu andante, pero
hoy mi reto es sencillo, que derriba al “orgulloso cristiano” a esa "cristina" y me desafía a
ver a Cristo.
Pablo nos
advierte en Romanos 12: 3 a no pensar demasiado alto de nosotros mismos. Él se
daba cuenta de que muchos creyentes estaban hinchados de orgullo vano y
olvidaban que debemos funcionar como un solo cuerpo. Cada miembro del cuerpo tiene
un propósito; cada miembro es importante para la salud y el crecimiento del
cuerpo. Un comentario describe este versículo con estas palabras: "una
mirada inflada de sí mismo está fuera de lugar en la vida cristiana." Pero
tal vez tú no te sientes demasiado inflada y tal vez piensas que eres demasiado
pequeña delante de otros o de Dios. Tal vez estas sumergidas en depresión y
baja autoestima, y tienes dudas y estas desanimada, y no te atreves a levantar
los ojos para ver a Cristo porque otros te hacen creer que no eres lo
suficientemente espiritual, pero no lo es así.
Medirte con
otros creyentes como que si la vida espiritual fuera una competencia está tan
mal y lejos de la verdad de la Palabra de Dios y sus preceptos que puede ser un
arma para muchos, pero cuando fijamos nuestros ojos firmemente en Cristo y solo
en Él todo cambia, comenzamos a vivir en la luz de Cristo en su Palabra en su
libertad y la alegría y gozo verdadero se ve reflejado en tu vida, no necesitas
ser un espíritu andante sino una genuina hija de Dios, que le ama y sirve con
amor y entrega sin competir con nadie sin lastimar a nadie y sin medirse con
nadie.
Pon tus ojos en Él, y si a alguien quieres imitar que se a Cristo! recuerda cuanto te ama, cuán importante eres para Él, no te dejes engañar por el mentiroso enemigo, eres valiosa muy valiosa para Cristo y se libre en Él.
Pon tus ojos en Él, y si a alguien quieres imitar que se a Cristo! recuerda cuanto te ama, cuán importante eres para Él, no te dejes engañar por el mentiroso enemigo, eres valiosa muy valiosa para Cristo y se libre en Él.
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