“Palabras que riegan almas II


Continuando la primer entrada, hoy pensemos  en las palabras que salen de tu boca, ¿Cómo está tu corazón?

¿Estás prestando atención a las cosas que estás dejando entrar en tu corazón?


Somos llamadas a estar en el mundo, pero no somos del mundo. Debido a quién somos, no deberíamos hablar igual que el mundo.


Estamos llamadas a ser diferentes.


Una forma de ser diferentes es por medio de nuestro hablar y creo que lo he repetido muchas veces.


La forma en la que hablamos a nuestro esposo, nuestros hijos, nuestros amigos o la señora del supermercado dice mucho sobre lo que está pasando en nuestro corazón.


Quiero desafiarlas hoy a ser más que mujeres que leen la Biblia, quiero que seamos hacedoras... ¡hacedoras de la Palabra de Dios!


Mujeres que ponen su fe en acción.


Una de las formas de hacer esto es controlando nuestras lenguas y cuidando lo que está llenando nuestro corazón.
Santiago 1:26 dice “Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.”


Como mujeres cristianas, debemos ejercitar el control sobre nuestras lenguas... usar nuestras bocas para edificar a otros en lugar de destruirlos Efesios 4:29


¿Cómo podemos hacer esto?


1. Ora – pídele ayuda a Dios
2. Controla tu mente – pon atención a tus pensamientos.
3. Vigila lo que alimenta tu corazón - Películas, libros, blogs, programas de televisión, pensamientos.
4. Pon tu fe en acción – Sé intencional con tus palabras y céntrate en hablar cosas que edifiquen a otros, palabras amorosas, amables y misericordiosas.


Pon tu fe en acción, ¿en qué forma vas a ser intencional con tus palabras hoy, escogiendo edificar en lugar de destruir?


Aquí hay algunas ideas:


1. Desafíate a no decir ningún comentario negativo a tu esposo o a tus hijos hoy. Ora cada vez que quieras decir algo negativo. 
2. Envía un mensaje o un email de ánimo a tu esposo diciéndole lo agradecida que estás por su vida, lo orgullosa ue estás por él...
3. Cuando pienses algo bueno sobre otro... ¡dilo! no te lo guardes.
4. Edifica a alguien hoy... la señora de la caja registradora, la mamá primeriza, tu vecina o alguien dentro de yu hogar.


Riega el alma de alguien hoy... ¡te sentirás muy feliz si lo haces!






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