Amando a mi esposo.

           

           Me case hace 25 años, he sido profundamente feliz con mi esposo, ha habido días maravillosos y otros menos maravillosos, no podría decirte que nunca discutimos pero hemos aprendido juntos a enfrentar las circunstancias  de la mano de Dios, y esa es la clave del matrimonio cristiano, cuando Dios ocupa el primer lugar en tu hogar Él y su Palabra te guían en cada paso a dar, sé que amas a tu esposo y también sé que han pasado por tiempos turbulentos, pero aprenderemos hoy a amar a nuestro esposo y a darle el lugar que bíblicamente le corresponde, también este mes tendremos unas semanas orando por el dedicándole tiempo a la oración personal por nuestro esposo.

           Amarlo significa anteponer las necesidades de él a las tuyas,  cada día y cada noche debemos estar preparadas para ministrar sus necesidades.  El egoísmo es un pecado que destruye el amor, ¡cuánto egoísmo puede haber en la vida de una mujer que no desea satisfacerlo a él!

            Cuando no quieres satisfacer a tu marido en la intimidad, se lo estás  poniendo en bandeja de plata a cualquier mujer que sí esté dispuesta a hacerlo. La necesidad de sexo en el hombre es algo especial para él, una necesidad que Dios hizo para que nosotras la suplamos, pero ¿con qué actitud? Con la mejor que podemos tener, una actitud de gozo al sentirnos amadas por nuestro esposo, deseadas y poniendo todo de nuestra parte para el disfrute de ese momento íntimo y especial, para él y para nosotras.

            El hombre al que no se le satisface sexualmente se le está dejando a la deriva al diablo y será fácil para Satanás atacarlo por ese lado.  Podrá ser vulnerable a la tentación. La mujer es experta en miles excusas para evadir esa hermosa responsabilidad y el hombre se da cuenta cuando su mujer le da la vuelta a  todo para no complacerlo, él percibe en su espíritu que todas sus excusas son precisamente eso: excusas para no quererlo a él.

"Por esto dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne” Efesios 5: 31

            Son un solo cuerpo en la intimidad y ¡¡CADA OCASIÓN DEBE SER UNA BUENA OCASIÓN!! No hay horario, no hay día, no hay lugar que no se pueda usar para este fin, claro con cautela ¡¡no queremos que hayan testigos!!

            Cuando los chicos están pequeños debemos sacarlos de la alcoba lo antes posible. A partir del momento en el que duermen toda la noche a partir de ese momento podemos ya dejarlos en su propia habitación. Existen mecanismos como equipos para oír si los niños  necesitan ayuda y si no puedes tenerlos, el oído delicado de la madre oirá si llora, además puedes dejar abierta las puertas de las dos habitaciones después de haber disfrutado tu tiempo íntimo con él.

            La meta suprema de Dios para nosotras es que suplamos esa necesidad de nuestro esposo. Qué privilegio único y exclusivo que nos ha dado el Señor.

            Esa es la intención original de Dios al crearnos: Él quiere que seamos consuelo, bendición, recompensa, amiga, aliento y brazo derecho para él, en otras palabras una ayuda idónea completamente dedicada a él.

            Me impacta esta frase: Cuando una mujer no tiene interés en la pasión que más lo absorbe a él, él siente que ella no tiene interés en él.

            Para él es intimidad, es una manera especial de mostrar su amor, es decir ¡¡TE AMO!! ¡¡TE NECESITO!! ¡¡ ME GUSTAS!! ¡¡TE DESO!!   Sin palabras, Las necesidades más básicas del hombre son: cálido amor sexual, aprobación y admiración. Si su esposa está dispuesta, pero indiferente, ELLA no está expresando ni sexo ni amor. El hombre es impulsado a triunfar, él desea ser admirado y si su esposa admira su hombría y se lo hace saber él se siente súper feliz. Su impulso más apremiante es el de tener éxito como amante, satisfacer a su esposa es para él lo más importante en la intimidad. Hacer que su esposa se sienta espléndida cuando él la toca  es la máxima prueba de su hombría  sencillamente él no puede ver la vida de otra forma ¡¡Así son los HOMBRES!! Si la esposa no satisface sus necesidades de intimidad y buen sexo, ella será una ayuda-no-idónea, una asistente no adecuada para la tarea para la cual Dios la creó. Sería como algo que NO sirve que vino con un defecto que no funciona para el propósito por el cual se tiene, ¡qué horror!

            Es impactante el hecho de que si NO lo hacemos estamos blasfemando la Palabra de Dios. Qué fuerte este punto ¿verdad? Sí amada hermana, es pecado no hacerlo.  Hagámoslo bien; Si te cuesta, si tienes algún problema, entonces ora, y busca la ayuda de Dios para superar cualquier obstáculo que pueda haber. Siempre hemos visto que nuestro primer ministerio es el de ser ESPOSAS, Dios así nos lo designó, y es parte esencial en la vida matrimonial es ser una compañera sexual entusiasta lista para disfrutar de ese hombre en todo momento, hacer menos que eso es un GRAVE ERROR. Si lo amas como Dios manda, debes siempre darle placer, mucho placer. Ya tú sabes que le gusta y lo que le hace sentir feliz. El también conoce tu cuerpo y hará lo mismo.

Tiempo de reflexión

1.      Evalúa si has sido una buena ayuda idónea, si lo has amado como debe ser.
2.      Pídele perdón a Dios y ora si te está costando este área tan importante en la vida del matrimonio, sobre todo recuerda que negarte es blasfemar la Palabra de Dios, es una manera de deshonrarlo a él, de no tenerle temor.
3.      Planea algo especial para sorprenderlo, toma la iniciativa, planea un encuentro romántico y muy especial.
4.      Asegúrate que el sienta el cambio en tu vida para ser la mejor de las ayudas idóneas para el.
5.      Amalo con pasión, cuídalo y mantenlo sexualmente agotado para que no mire nada por la calle.

            Que Dios nos ayude a ser las mejores ayudas idóneas para nuestros esposos, que podamos ser fieles y obedientes ante la hermosa tarea que Dios nos ha encomendado.




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