Soy una mujer muy hogareña,
tengo un gran tesoro mi hogar!
Soy bendecida y privilegiada de tenerlo y
agradezco a Dios por ello, amo mi hogar, mi familia, mi casa,
en ella me siento feliz, segura tranquila, no concibo la idea de estar de casa
en casa, quitándole el tiempo a las demás amas de casa y perdiendo mi tiempo
cuando hay tanto por hacer en una casa, desde este rincón hago mucho no solo
atiendo a mi familia, sino también invierto tiempo en mi vida espiritual, tengo
un ministerio desde mi teclado y hago mil cosas que me gustan hacer con mis manos, soy dueña mi negocio artesanal y no tengo tiempo que perder.
Cada ama de casa pasa horas
invirtiendo en la limpieza del hogar, para cuando llega la tropa (la familia)
se acabe todo el orden y la limpieza en tan solo 10 minutos, cuando
nosotras usamos toda la mañana en arreglar y limpiar, y cuando hablamos de
cocinar, pasamos mucho tiempo en la cocina de pie para hacer ricos platillos
que serán devorados en menos de 15 minutos, y hay que volver a empezar
jaja que increíble verdad, pero con que actitud hacemos las cosas?
Realmente amamos el privilegio
que tenemos de ser amas de casa, esposas y madres, o vivimos planeando cosas
para estar el mayor tiempo posible fuera del hogar posponiendo todo, dejando
que los chicos resuelvan que comen, y su alimentación es solo pan y cereal
porque me hago la loca, haciendo visitas y perdiendo mi tiempo en la
calle, es interesante ver el corazón de servicio de nuestro Dios y
Salvador Jesucristo.
"Pues si yo, el Señor y
el Maestro, les he lavado los pies; vosotros también debéis lavaros los pies
unos a otros. "
Juan 13:14.
Puedes pensar en este pasaje,
el Rey de Reyes, Él Señor y Maestro, Dios mismo, mi Salvador se arrodillo
con toda humildad para lavar los pies sucios de sus discípulos, que estoy
dispuesta yo hacer por mi familia, realmente viendo su ejemplo que estoy
dispuesta hacer por ellos, cuanto valor le das a tu hogar a tu familia, cuanto
de tu tiempo, de tu amor de tu servicio le regalas a ellos, o te pasas el
tiempo renegando porque son desordenados y dan más trabajo de lo que deberían,
creo que debemos enseñarles a ser parte del equipo de trabajo en el hogar pero
nunca delegarles toda la responsabilidad porque no les corresponde, debe haber
equilibrio, pero si tu estas en casa no debes dejar de hacer tu trabajo y
responsabilidad con amor y gozo, ponte metas cortas y harás grandes
diferencias, buscar tener gozo, no en las personas a las que servimos con
nuestro trabajo diario, sino en Él Señor a quien servimos, recuerdas el
versículo de mi blog
Colosenses 3:23
Y todo lo que hagáis, hacedlo
de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
No es hermoso que pensemos que
lo que hagamos es para alabar a nuestro Dios, entonces debemos esforzarnos y
hacerlo cada día mejor, pon en práctica esto:
“Que tu bueno sea mejor y tu
mejor sea excelente “
Es mi oración diaria que pueda
amar lo que hago y que pueda ser fiel en mi responsabilidad asignada por Dios
como esposa, madre hija y ama de casa, que Mi hogar sea mi tesoro!
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