Hace mucho tiempo atrás leí
algo así, lo siento pero no es textual, les escribo lo que me acuerdo del
relato.
“Una familia tenían dos hijos
tremendísimos, eran muy traviesos y se portaban muy mal, sus padres
desesperados le pidieron al pastor que hablara con ellos, así que el acepto
hablarles uno a uno, comenzando con el más pequeño.
El pastor le dijo, sé que te estas
portando mal, pero dime algo ¿Dónde está Dios? El pequeño niño no dijo nada, el
con tono más fuerte volvió a preguntarle ¿Dónde está Dios?, y no hubo repuesta,
sus ojos estaban muy abiertos y subió el tono un poco más, y con su dedo lo
enfrentó, dimeeee ¿Dónde está Dios?, el pobre niño salió corriendo al cuarto
asustado, y su hermano al verle le pregunto ¿qué pasó?, él le respondió,
"estamos en problemas, se perdió Dios y creen que fuimos nosotros”.
Seguro te reíste como yo lo
hice cuando lo leí por primera vez.
Creo que como madres le hemos
alguna vez preguntado a nuestros hijos eso mismo, ¿Dónde está Dios? Recuerdo
que les enseñe a mis hijos que aunque yo no viera lo que hacían Dios si los
podía ver, y con qué intensión lo dije, bueno con la que estás pensando, les
dije eso para tratar de evitar que hicieran algo malo a mis espaldas, pero no
podemos evitar que ellos hagan cosas inadecuadas, a nuestra espalda.
Sin embargo eso es algo que
nos debemos recordar a nosotras mismas frecuentemente, y recordar ¿Dónde está
Dios? Piensa ¿quién soy realmente cuando nadie me ve? Espero que
podamos ser tan integras y trasparentes cuando nadie nos ve, tal como somos
cuando todos tienen sus ojos puestos en ti.
Quiero hoy recordar solo un versículo que memoricé hace más de 20 años, lo recuerdo muy bien porque lo bordé en punto de cruz cuando lo memoricé y regale en Argentina, espero animarte hoy a memorizarlo tú también, y comenzar esta semana pensando en ¿Dónde está Dios?
Salmos 101: 2
Entenderé el camino de la
perfección
Cuando vengas a mí.
En la integridad de mi corazón
andaré en medio de mi casa.
Hermosa reflexión querida hermana, ¡sin espectadores viviendo una vida de integridad! Gracias por cada uno de tus escritos, nos hacen reflexionar. Bendiciones y un gran abrazo.
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