Dios le otorgó a Jabes lo que pidió,
que bello versículo, mucho no sabemos de Jabes más que era descendiente de
Judá, era un hombre ilustre y su madre le llamó "Jabes" (que
significa "doloroso" o "hacedor de tristeza") porque su
parto había sido muy doloroso.
En su oración, Jabes clama a Dios por
Su protección y bendición y cuantas veces hemos tu y yo orado así.
Y pensando en ti y en mí, que vivimos días difíciles que estamos en constante dependencia y tal vez
nuestra oración es similar a la de Jabes, oraciones que contienen una solicitud
urgente, una petición llena de necesidad que grita por ayuda, al único que
puede, socorrernos, ampararnos, proveernos y guardarnos.
Jabes al igual que nosotras pide
1.
Provisión
2.
Dirección
3.
Protección
Dios nos está dando la oportunidad de
pedirle lo que necesitamos, tal vez casa, alimentos, sabiduría, protección
etc.; Dios está ahí, listo para darnos conforme a su voluntad agradable y
perfecta, porque Él se complace en bendecir a sus hijos, en medio de
cualquier necesidad podemos ver su mano proveedora, esa mano que siempre está
allí para suplirnos, para ampararnos para darnos aún más de lo que pedimos.
El objetivo de Jabes en su oración
era vivir libre de dolor, y lo último que hemos leído sobre él es que Dios
escuchó y respondió a su oración.
Esta oración
humilde, sincera y profunda del corazón de Jabes en busca de bendición
fue contestada, y nos hace ver que Dios es fiel, que esta semana nuestro tiempo
de oración sea pleno, que nuestro tiempo de comunión con Dios nos llene
de su gracia y bendición, y que nuestra oración sea siempre dentro de su
voluntad agradable y perfecta, y que nuestro Dios nos responda en su tiempo y
voluntad.
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