Te ha pasado que tienes un antojo y ¿no encuentras lo que buscas?,
lo que te provoca, tal vez buscas un sabor especial en un helado y en esa
heladería no lo hay, o como en mi caso que tantas cosas quiero cocinar y
simplemente no puedo hacerlo porque en el país no hay, que desalentador cuando te dicen esa palabra
que no deseas oír, NO HAY!
Muchas cosas vienen a tu mente cuando planeas hacer el menú
de la semana y tienes que cambiar casi todo tu plan porque falta algo para
completar la receta, o deseas complacer a tu familia con un postre y no hay
todos los ingredientes, así es en muchas cosas en la vida de cualquier
ser humano, en muchas ocasiones no son satisfechos nuestros antojos, pero cuál
es la actitud correcta ante esta necesidad NO ¿complacida?
¿Cuál es mi reacción y mi repuesta? Yo he experimentado muchas de estas
reacciones, muchas veces me he quejado, y
enojado, he sentido la
inconformidad, y sé que tú también lo has experimentado y es terrible, pero lo
correcto sería orar, sabemos que Él esta presenten y nunca nos falla, nunca
nunca nunca!
Que bendición es contar con alguien que conoce cada uno de los
deseos de tu corazón, aun antes de que lo digas, qué bello es sentir ese mimo
de Dios ese besito en la mejilla que solo Él puede darnos con su dulce
provisión y su amorosa presencia, su
infinito amor, saber que Él escucha que Él está presente es lo más importante
para nuestras vidas, por ello hoy más que nunca recordemos lo que se nos dice
en Filipenses 4:6
“Por nada estéis afanosos,
sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias”
No te parece hermoso saber que bajo sus cuidados amorosos estamos
seguras de que todas nuestras necesidades serán suplidas, hasta esos antojos
que podemos tener.
“entonces me invocaréis y
vendréis y oraréis a mí, y Yo os oiré”
Jeremías 29:12
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