Estos días he tenido que hablar con mujeres desconfiadas y
sufridas por suposiciones y fantasmas en sus relaciones afectivas con sus
esposos, una vez más el enemigo del matrimonio hace de las suyas al sembrar
tanta desconfianza, rencor y condicionamientos, es difícil para estas mujeres
entender que donde hay cuerdas que condicionan no hay verdadero
amor.
La Biblia habla tanto del amor, el amor de calidad es
incondicional, como el de Dios, y ese es el amor que debemos anhelar tener para
dar y para construir un matrimonio feliz, seguro y fiable.
Las amenazas, condicionamientos, y venganzas, exterminan el germen
del amor, estas son definitivamente las cosas que muchas veces usa el enemigo,
para destruir relaciones, dañando no solo la vida de la pareja sino afectando terriblemente la vida de sus hijos.
Amar es confiar en el otro, amar es perdonar las faltas, amar es servir, amar es dar.
Siempre les digo a las mujeres que aconsejo ¿está segura de ello? Y la repuesta
recurrente es no! pero yo creo, un "yo creo" que no está basado en
nada seguro, muchos terminan sus relaciones por suposiciones que no son reales,
recuerdas que un día hablamos de que en nuestra mente somos capases de
hacer guerras terribles destruyendo todo lo que se nos atraviesa, el orgullo y
la insensatez también albergan todo ese resentimiento que nos ciega y nos hace
cometer grandes errores por ello busca del Señor, pídele a Dios claridad para
no errar y pide sabiduría para ayudar perdonando y solventado las dificultades.
“No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo
cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos
la oportunidad, hagamos bien a todos.”
Gálatas 6:9-10.
El que no ama no se expone, no sufre, no le duele... No siente
nada... Está muerto.
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