En el día que tengo miedo, yo en ti confío.


No me gustan las sorpresas, trato en lo posible de tener todo planificado pero muchas veces llegan cosas a la vida sin ser invitadas, sin ser planeadas sin ser esperadas entonces nos invade el temor, por ello hoy te pregunto.

¿Has tenido miedo a algo?, a alguien a alguna circunstancia, a algún cambio, a alguna sorpresa, fíjate en estas palabras de David, el no se jactaba, no fanfarroneaba diciendo no tengo temor, yo vencí al gigante, NO!, David era un hombre común y corriente que tenía miedo, a esos mismos temores que suelen venir a nuestra vida sin ser invitados.

      El temor viene de diferentes formas y tamaños, no importa si eres mujer o eres un hombre, no importa si eres grande o chico.

En la vida podemos pasar por  circunstancias que nos dan temor, nos paralizan, nos agobian,  los temores suelen ser diferentes tememos ser derribados , tememos ser débiles, tememos a fracasar, temenos a los peligros inclementes del mundo, tememos a lo desconocido,  temenos a tantas cosas que producen dolor, y desesperación , pero el  Salmista termina este versículo con una confianza plena que le da seguridad, que espanta el temor, que lo hace salir de allí, él dice “yo en ti confío” wowww   él sabe que no puede evitar que el temor llegue a la vida, pero sabe que en medio de ese momento de temor tienen alguien en quien confiar, alguien que le hace estar seguro, tranquilo, protegido, cuidado y amado, por ello cuando venga el temor a mi vida, y llegue a la tuya,  no olvidemos decir ese día  Yo en ti confío, porque Él está allí para socorrernos.






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