Lectura Filipenses 3:1-14
Vamos
a comenzar el capítulo 3 de Filipenses y tenemos mucho que sacar de él, pero quiero
que comencemos pensando en este versículo
Proverbios
4:23 “sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón”
Que
interesante lo que nos dice Salomón aquí si todas sabemos que sin corazón es
imposible vivir, pero ¿que guardo allí? ¿De qué está lleno? Y es como una advertencia
clara a mi vida, debemos estar vigilantes de nuestra vida de nuestro corazón de
cualquier mentira, o engaño que nos aparten de la verdad de la Palabra de Dios.
Y
lo mencione porque es muy fuerte el versículo 2 cuando dice “guardaos de los
perros, guardaos de los malos obreros de los mutiladores de cuerpo” recuerdas
que la semana pasada te dije que Dios es un Dios de absolutos, bueno aquí nos
lo muestra sin camuflaje, " debemos tener nuestros ojos bien abiertos,
para identificar cualquier persona que lleve un mensaje contrario al Reino de
Dios y la cruz de Jesucristo.
Todo lo que está en contra del evangelio debe
lanzar inmediatamente una luz roja de alerta que dice PELIGRO a nuestros
corazones.
Como
seguidoras de Jesús, fuimos apartadas y somos diferentes a este mundo, Pablo
explica en Filipenses 1: 3, "porque nosotros somos la circuncisión, los
que servimos por el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no
teniendo confianza en la carne." Estas tres cosas son atributos de los que
han sido comprados por la sangre de Cristo y liberado de las cadenas del
pecado. "NOSOTROS SOMOS LA CIRCUNCISIÓN"
En
el Antiguo Testamento, Dios ordenó que los hombres circuncidarse. Esta práctica
comenzó en Génesis 17 cuando Dios hizo la promesa a Abraham y a sus descendientes.
La circuncisión era una expresión de fe. En el Nuevo Testamento, Jesús vino a
circuncidar, o limpiar, corazones de los hombres.
Durante
este período de tiempo, había muchos judíos que creían que tenían que cumplir
con la ley para ser salvos. Esto incluyó la circuncisión. Sin embargo, Jesús
vino a liberar a los hombres de ello por su gracia y sangre impecable derramada
en la cruz del calvario. La salvación no puede ser ganada por la circuncisión.
La salvación viene por la fe en Jesucristo. Por lo tanto, judíos y no judíos, y
gentiles por igual pueden ser salvos por la muerte de Jesús en la cruz y su
sangre derramada ha limpiado nuestros corazones.
Después
dice "Y NO TENIENDO CONFIANZA EN LA CARNE."
Nuestra
carne se desvanecerá como las flores y la hierba, pero la palabra del Señor
permanece para siempre 1 Pedro 1: 24-25; y es allí donde ponemos nuestra
confianza. Nuestra alegría proviene de Jesucristo de su obra redentora, de su
amor y perdón, Él es nuestra Roca y Él es nuestro Redentor, Él cambio nuestra
vida y ahora vivimos para Él.
Pablo
aquí me da una gran lección Pablo tenía una larga lista de "trofeos"
a su nombre. Fue "circuncidado al octavo día, del pueblo de Israel, de la tribu
de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto al celo,
perseguidor de la iglesia… y pare de contar Flp 3: 5-6 Pablo tuvo un buen
curriculum vitae! diríamos ahora mismo, sin embargo, una vez que llegó a conocer
a Cristo como su Salvador, ninguna de esas cosas le importaba más. Lo único que
ahora valía la pena en su vida era la obra que Cristo había hecho por él. En
lugar de jactarse en sus anteriores logros y reconocimientos mundanos, se jactó
en Jesús. Aún más, él encuentra todo como "pérdida" porque quería
conocer a Cristo más y más!
Todas tenemos cosas de que enorgullecemos en la vida, nuestros
hijos y sus logros académicos, o nuestro salario e ingreso, una casa, un carro súper
lujoso y costoso, o habilidades atléticas o profesionales, el manejo de idiomas,
el titulo con honores de la universidad o tu gran creatividad artística, no lo sé
son muchas cosas, pero lo que ponemos al lado del nombre de Cristo jamás se
podrá comparar a las riquezas inigualables que se encuentran en Cristo.
Nunca vamos a ver la cruz con claridad cuando tenemos ese montón de distracciones que nos tapan la vista para ver la cruz de Cristo y su obra, por ello estemos dispuestas a dejar de lado nuestros "trofeos" y vivamos en el temor de Dios mirándolo a Él, prosiguiendo a la meta.
Nunca vamos a ver la cruz con claridad cuando tenemos ese montón de distracciones que nos tapan la vista para ver la cruz de Cristo y su obra, por ello estemos dispuestas a dejar de lado nuestros "trofeos" y vivamos en el temor de Dios mirándolo a Él, prosiguiendo a la meta.
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