Sigamos orando por nuestros hijos, no importa si están pequeños
o si ya son adultos, muchas de nosotras tienen hijos que ya son jóvenes adultos
e inclusive algunas ya son abuelas por ello hoy oramos por algunas áreas de sus
vidas en esta etapa.
Oremos!
Sé que hay mucho más por lo que debemos orar, creo que no
hay área de sus vidas que podamos dejar fuera de la oración, clamemos cada día
por ellos, derramemos nuestro corazón por sus vidas, para que sean hombres y
mujeres que tengan un temor reverente ante Dios, que sus vidas puedan ser de
ejemplo a otros, que el pecado en sus vidas sea un accidente, que puedan ser sensibles
y obedientes a la voz de Dios y vivir honrándole.
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