Orar por nuestros hijos, es
lo que estamos haciendo desde que estaban en nuestro vientre, cuanto hemos
clamado, cuantas horas le hemos dedicado a ellos, cuanto de nuestro corazón dejamos
delante de Dios por ellos.
Definitivamente una madre jamás
deja de orar por su preciosa herencia, esta vez vamos a orar por ellos desde
sus encuentro personal con Cristo hasta su vida de adultez, clamemos al señor
desde el fondo de nuestro corazón para que ellos sean más como Cristo.
Comenzamos!
Te dejo un imprimible, así puedes orar por tu herencia,
tus preciosas saetas de manera personal, solo imprime y úsalo como tu guía.
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