Tengo que agradecer al Señor por estos más de tres años con este ministerio de mujeres, no puedo dejar de hablar de este ministerio que se preocupa por la vida espiritual de las mujeres y las anima a abrir la Palabra de Dios cada día, para conocerle más amarle más y obedecerle, amo trabajar con mujeres y doy gracias a Dios por todas las que tengo en mi vida, es un privilegio servirles y ayudarles en su caminar con Cristo.
Hoy damos inicio a el último estudio del año de Ama a Dios grandemente, y no podría ser más lindo, estamos felices porque será para conocer los nombres de Dios, no estarán todos, pero una gran parte de ellos, y es una hermosa oportunidad para disfrutar de su carácter, su esencia y sus atributos.
Ama a Dios Grandemente - Love God Greatly está presente en más de 70 países y para esta sesión, contamos con 14 traducciones, esperamos que te hayas animado y participes de este maravilloso tiempo para cerrar nuestro año, entra y participa, solo pincha aquí.
Comenzamos con
nuestro Jehová Jireh
Lunes
Semana 1
Lectura: Génesis 22: 9-14
Él es nuestro Jehová Jireh y donde Él está no falta nada.
Siempre me ha gustado este pasaje, puedo ir leyendo y
adentrarme en ese momento. Me palpita el corazón a medida que Abraham va
subiendo a la tierra de Moriah, puedo imaginar cuantos miles de pensamientos
vendrían a su mente, cuantos recuerdos de la llegada de su hijo Isaac: cuando
lloró por primera vez, cuando le dijo papá y dió sus primeros pasos, cuando le
habló de Dios y seguramente le contó como Dios lo había traído a sus vidas, y
la promesa que Dios les había hecho. No sé, solo puedo imaginar en mi mente de
madre todo esto; creo que había un
silencio en cada paso que daba. Me imagino allí entregándole su vida junto a su
hijo, diciéndole: Señor, aquí te llevo lo que me diste, lo vuelvo a ti.
No sé,
pero me impacta; leo la dulzura de sus
palabras totalmente controladas al responderle a su hijo. Abraham no se
derrumbó en emociones, no gritó, no se quejó, no lloró inconsolablemente ni
discutió con Dios, el obedeció de corazón.
Cuán fácil es dar de lo que nos sobra, de lo que no nos
duele dar, de lo que podemos reponer fácilmente, pero dar un pedazo de ti mismo
es tal vez lo más difícil que podemos hacer en la vida, y Abraham fue capaz de
darlo en obediencia y amor a quien se lo habida dado.
Vemos que al llegar al pie del monte, Abraham subió con
su hijo, sólo ellos dos. El sabía que estaban subiendo al monte para sacrificar
a Isaac, y aquí no sólo vemos la firme y determinada obediencia de Abraham,
sino también la mansedumbre de Isaac, quien no peleó con su padre, no huyó del
lugar; el también sabia a lo que se dirigía, y cuanta mansedumbre vemos en ese
muchacho.
Abraham tal vez no entendía lo que Dios le había pedido
ni lo que iba a pasar. Pero una cosa sí sabía, él estaba seguro que si Dios había dicho algo, de alguna forma Él
cumpliría la promesa. Y cuando estaba todo listo, ¿cual fue la repuesta amorosa
y dulce del Señor? Él proveyó un carnero,
porque Él es fiel en cumplir las promesas, Él es nuestro Jehová Jireh,
nuestro fiel proveedor, y no solo proveyó para ese momento, sino que también proveyó al “Cordero que quita el pecado del mundo”
Juan 1:29.
Nunca dudemos de nuestro Jehová Jireh, nuestro fiel
proveedor; porque Él siempre, siempre, siempre cumple sus promesas, y donde Él
esta no falta nada. Abraham e Isaac lo experimentaron, tal vez de la forma más
increíble que alguien jamás lo haya hecho. Tal vez Dios te está pidiendo algo
que te cuesta dar porque no te quieres quedar sin eso, entrégalo y recuerda que
Él es nuestro Jehová Jireh nuestro fiel proveedor.
Con amor y gratitud.
Olimar
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