Muchos años viví
en Rio Chico lejos de la capital, y tenía que viajar en varias oportunidades para hacer atender a mi
hija en el medico por su salud, muchas veces no podía regresar el mismo día,
era agotador y teníamos que dormir en casa de alguna persona que nos ofreciera hospedaje,
fueron muchos quienes nos hospedaron con amor y dedicación, pero recuerdo una
hermana muy especial que nos daba su habitación, imagínate ella se sacrificaba
por amor a nosotros, nos atendía de la mejor manera posible, siempre atenta y
amorosa, hoy doy gracias a Dios por ella por el ejemplo que fue para mí vida, y hago un reconocimiento público a una mujer que amó como Jesús y lo demostró con su vida, ella ahora esta en el cielo, gracias Señor por la vida de Rita Rossi una amiga inigualable.
Agradezcamos por quienes lo han hecho con tanto amor y lo siguen haciendo,
gracias a Dios por las dos familias que en este tiempo han hospedado a mis
hijos.
Hospedar no
es fácil, demanda de mi un esfuerzo, tiempo, atención y dedicación.
Oremos para
mostrar el amor de Dios cuando estemos hospedando.
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