20/28 Maneras Bíblicas de mostrar el amor de Dios



El endurecimiento del corazón es la fuente de todos los demás pecados, cuando jugamos con el corremos el riesgo de que se convierta en un cayo duro y difícil de quitar.

El pecado tiene tantas formas y colores, que necesitamos más ojos que los nuestros para verlos, para identificarlos y para huir de él.

El engaño del pecado endurece el alma; un pecado permitido, deja paso a otro pecado; y así se hace hábito, vamos acostumbrándonos y terminamos destruyendo nuestra vida.

Por ello debemos cada uno de nosotros tener cuidado con jugar con el pecado pensando que luego no lo volveré hacer, oremos por quienes están cerca y sabemos que están endurecidos para que sean sensibles ante la verdad de Dios y se aparten del pecado.








Comentarios