El 2 de Enero hablamos sobre ponernos una meta para este nuevo año y comenzar con una cita temprano con Dios, espero que me acompañes en esta meta, pero hoy hablaremos del porque en la mañana.
Hay un dicho que dice algo así
como
“el que madruga Dios lo ayuda” o
“el que temprano se levanta toma
agua clara”
No sé si en tu país lo dicen
igual o algo similar, pero hoy quiero que hablemos sobre algo especial que Dios
enviaba cada mañana.
Estoy convencida de que la mañana
es el mejor momento para conocer a Dios, para estar a solas con Él, para poner
todo el día en sus manos.
Este principio quedó
profundamente impreso sobre los hijos de
Israel cuando Dios les daba su porción diaria de maná cada mañana.
Ellos lo recibían directamente del cielo temprano en la mañana, seis días a
la semana, durante 40 años.
Si alguien se quedaba dormido y esperaba
demasiado tiempo para recogerlo, el maná se evaporaría con el calor del sol,
las que vivimos en un país tropical sabemos lo que el calor del sol puede hacer.
Del mismo modo, pasa con nuestra
vida espiritual, si esperamos demasiado tiempo para nuestra cita y estar con Él,
las presiones del día, los imprevistos,
las tareas del hogar, las responsabilidades con el trabajo y la familia
recibirán toda nuestra atención y nos robaran ese tiempo tan especial, que nos
alimenta, y da fuerza, por eso es importante como el maná ir temprano a
recibirlo, muy temprano.
Cuanto más ocupada estamos,
cuanto más responsabilidades tenemos es allí cuanto más tenemos que cuidar celosamente ese
tiempo para orar y descansar en sus manos.
No permitamos que el maná se derrita,
no dejemos perder ese tiempo valioso que nos hace tanto bien a nuestra vida.
Me encanta leer el ejemplo más
bello que tenemos, el ejemplo que nos deja nuestro Salvador, fíjate lo que
dice:
Te das cuenta porque es
importante, vamos chicas tomemos este ejemplo y disfrutemos de su manjar cada
mañana, antes que las circunstancias del día nos apremien y hagan que se desvanezca
la delicia de estar en su presencia.
Con amor y gratitud
Con amor y gratitud
Comentarios
Publicar un comentario