Seguimos hablando de la bella mujer que eres, y hablemos de
un pequeño artículo que nunca nos puede faltar, no hay una mujer que no tenga
uno, estoy casi segura de eso, un ESPEJO…
Por
tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria
del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por
el Espíritu del Señor.
2 Corintios 3:18
¿Cuántas veces no paramos a mirarnos en el espejo?
Cuantos espejos tienes en casa? Cuantos tienes pequeños de
cartera? No me respondas, sé que tienes más de uno de eso estoy segura, yo
tengo muchos, no sé porque nos encanta vernos, hay una necesidad inminente de
retocar nuestro maquillaje, nuestro cabello etc.
Este pequeño artículo que nos acompaña siempre, nos da un
reflejo certero de cómo esta nuestro rostro, nuestro cabello, nuestras sonrisa
y hasta nuestra ropa, como me veo, es
algo tan importante para la mujer, pero como me ve Dios, es en ese espejo donde
puedo verme reflejada?
Sabemos que no somos perfectas, pero nada nos impide que
tratemos de cubrir nuestras imperfecciones o que nos demos una ayudadita para
lucir más bellas, con el maquillaje.
Pero vimos el
miércoles pasado que la belleza no es sólo por fuera sino que debemos invertir
más tiempo en esa belleza interna.
Hoy veamos como lucir más bellas no sólo ante el espejo,
pero ante los ojos de Dios.
Retoquemos nuestros labios:
Hoy cuando te apliques tu lápiz labial recuerda que los
labios más lindos hablan las palabras de Dios.
Proverbios 8:6 Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y
abriré mis labios para cosas rectas.
Salmos 45:2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
La gracia se derramó en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para
siempre.
Salmos 51:15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu
alabanza.
Que cada palabra de tu boca sea un manantial de amor para
ayudar, bendecir, animar, alentar y predicar al alma necesitada.
Maquillemos nuestros
ojos:
Cuando apliques tu creyón, tu delineador o sombra y rímel a
tus ojos asegura mirar más allá del espejo.
Mira todo lo bueno que Dios tienen para ti, y rehúsa ver lo
que el enemigo te ofrece seduciendo tu mirada.
Proverbios 4:25 Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus
párpados hacia lo que tienes delante.
Proverbios 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus
ojos por mis caminos.
Cuando comiences a ponerte tus alhajas:
Asegura que tus oídos sean tan lindos como las alhajas con
los cuales los adornas.
Usa tus oídos para escuchar lo que te edifique, lo que te
bendiga, lo que te ayude a crecer, y se sensible a las necesidades de otros.
Deuteronomio 27:10 Oirás, pues, la voz de Jehová tu Dios, y
cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.
Con amor y gratitud
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