Esta semana fue el Miss Universo, hermosas mujeres cuerpos esbeltos, rostros impecables, cabellos hermosos, en Venezuela se invierte mucho en preparar a las candidatas para ganar y es conocido nuestro país como un hacedor de mujeres bellas, nuestra cultura alienta a las mujeres
a tener una belleza superficial, llena de cirugías plásticas y cosas artificiales, algunas mujeres son muy plásticas pero en contraste, Dios nos pide que persigamos
una belleza interior de mayor valor y de esa belleza ya hablamos antes.
Una mujer que cultiva una belleza
interior, que teme a Dios y que vive para servir a otros hace la diferencia en
la vida de las personas, de todos a quienes tiene cerca.
Su belleza produce un impacto que permanece en las
vidas que toca, quieres ser tu así de bella, espero que tu repuesta sea si quiero, pero ¿Cuál es la belleza que buscamos
cultivar? ¿Estamos cultivando intencionalmente la belleza interior, o
damos más atención a la apariencia externa?
La manera en que pensamos
acerca de esto y cuidamos nuestra apariencia es realmente un espejo de nuestros
corazones.
Al reflejar motivaciones piadosas o motivaciones egoístas, nosotros
revelamos si nuestra prioridad es cultivar belleza interna o belleza externa por ello tengamos cuidado con esos pequeños detalles que pueden afear nuestra belleza.
Que te parece si este día hacemos una
“radiografía del corazón” con el propósito de auto-exameninarnos.
Son preguntas
que nos ayudarán a discernir nuestros pensamientos, nuestras motivaciones y
nuestras metas y metas con respecto a este asunto de la belleza.
1. ¿Paso más tiempo diariamente
cuidando mi apariencia que estudiando la Palabra, orando y adorando al Señor?
2. ¿Gasto dinero excesivo en ropas,
peinado y maquillaje o es una cantidad que honra a Dios?
3. ¿Deseo perder peso para “sentirme
mejor conmigo misma” o deseo ser auto disciplinado para la Gloria de Dios?
4. ¿Hay algo con relación a mi
apariencia que desearía poder cambiar o estoy completamente agradecida a Dios
por la forma como Él me creó?
5. ¿Estoy celosa de la
apariencia de otras o me alegro genuinamente cuando veo otras mujeres que son
físicamente más atractivas que yo?
6. ¿Codicio el guardarropa de otras o
genuinamente me regocijo cuando otras mujeres pueden gastar y adquirir nuevas
piezas de ropa?
7. Cuando asisto a un evento o a una
actividad, a una reunión, ¿me comparo pecaminosamente con otras o voy a Dios pidiéndole que me
muestre a quien amar y cómo hacerlo?
8. ¿Me he vestido de manera
inmodesta en alguna ocasión con la intención de atraer la atención sobre mi
misma o me visto siempre de una manera que agrade a Dios?
Hacernos estas preguntas de manera
consistente puede ayudarnos a eliminar los valores del mundo y cultivar un
corazón para las prioridades de Dios, cuidar cada pensamiento y repuesta que doy a estas cosas me ayudaran a cuidar mi corazón y buscar siempre agradar a Dios, hoy quiero finalizar recordando este versículo en
Efesios 5:10
Comprobando lo que es AGRADABLE al Señor.
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