No me gustan las tormentas, estos días son muy lluviosos en mi país, pero las tormentas me dan miedo las considero
peligrosas, y me hace pensar en las personas desamparadas y quienes viven en
zonas de alto riesgo, en Venezuela hemos vivido lastimosamente episodios muy
duros con tormentas donde muchos Venezolanos perdieron la vida, así que cuando
comienzan esos duros truenos empiezo a orar de manera continua, tal vez a ti te
pase igual no lo sé, pero ¿Te imaginas tener perfecta paz cuando los fuertes truenos
anuncian que se viene la tormenta? Esa, mi querida lectora, es la clase de paz
que Dios pone a nuestra mano, a nuestra disposición cuando las tormentas de la vida llegan.
Mucha gente piensa en
la paz como la ausencia de problemas, y
nada más lejos de la realidad que eso, piensan
que es como la sensación que se experimentan cuando todo está bien, cuando nada
pasa y no hay ninguna preocupación.
Pero la paz del
Señor, no se relaciona con las circunstancias en absoluto, de hecho, la paz de
Dios viene a nosotros y perdura... independientemente de las circunstancias de
la vida, muchas veces he visto personas pasar por dificultades aterradoras,
dolorosas perdidas situaciones muy difíciles,un esposo infiel, un hijo en drogas, un hijo preso,
un esposo alcohólico en fin pruebas difíciles momentos desesperantes para
cualquier mortal común y corriente, pero hay algo especial en nuestro Dios,
Él
es capaz de darte esa la paz que sobrepasa
todo entendimiento una paz verdadera y de ella podemos hoy hablar.
Nuestra paz no tiene nada que ver con los desafíos diarios o
crisis, imagínate si así fuera creo que hubiéramos perdido la razón porque hay circunstancias
diarias que no podemos manejar, que no están en nuestras manos, por ello
debemos descansar con la plena seguridad de que nuestros tiempos están en las
manos de Dios.
Nuestra paz no tiene nada que ver con las condiciones de
nuestra vida, muchas veces el sustento mensual no te cubre las necesidades familiares,
oigo tantas historias al respecto casi de forma diaria y cuando llegan los imprevistos
un gasto extra, que pasa? como reaccionamos? cuando confiamos en su fidelida viene gran paz y tranquilidad porque tu sabes que Dios es
todo-suficiente, que Él proveerá lo que necesitas, yo doy fe de ello.
Nuestra paz es nuestro reposo, es la serenidad del alma que
indica un corazón en reposo sin importar nuestras circunstancias, porque hemos
colocado nuestra confianza en Dios minuto a minuto.
La verdadera paz espiritual viene al saber que nuestro Padre
Celestial está continuamente con nosotros, Dios es omnipresente y, por tanto
nunca nos abandona, me encanta pensar que Él está plenamente consciente de cada
detalle de nuestra vida, en todo momento
y en todo lugar.
Él conoce nuestras necesidades en cada momento y en cada
situación.
Salmos 139:7-12
7
¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y
a dónde huiré de tu presencia?
8
Si subiere a los cielos, allí estás tú;
Y
si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
9
Si tomare las alas del alba
Y
habitare en el extremo del mar,
10
Aun allí me guiará tu mano,
Y
me asirá tu diestra.
11
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun
la noche resplandecerá alrededor de mí.
12
Aun las tinieblas no encubren de ti,
Y
la noche resplandece como el día;
Lo
mismo te son las tinieblas que la luz.
Te das cuenta lo que nos enseña.
- Nosotras no podemos estar en todo lugar pero Él sí en todo
lugar! En toda circunstancia en todo momento, no te parece maravilloso y
extraordinario.
La clave para nuestra paz, entonces, no es la ausencia de
conflicto, sino la presencia de Dios en medio de nuestra vida.
La paz también viene con el reconocimiento de que Dios suplirá
todas nuestras necesidades, así como el reconocimiento de su presencia
constante lo podemos ver en cada detalle de nuestra vida supliéndolo TODO, haciendo MILAGROS!!!
Las Escrituras están llenas de sus promesas de que Él es
suficiente para hacer frente a las circunstancias que desafían nuestra paz.
Filipenses 4:19
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus
riquezas en gloria en Cristo Jesús.
¿Te das cuenta lo que significan estas promesas para ti y
para mí?
Esto no significa que nunca tendremos una necesidad real, un temor
inminente, o una circunstancia difícil, pero nunca olvides que Dios es capaz de irrumpir y socorrernos, Él es real querida lectora,
su paz es real, está allí lista para que la disfrutes como dice:
Filipenses 4:7
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
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